Menos de 5 psicólogos por cada 100.000 habitantes

Ya en los escritos de los antiguos filósofos griegos se encuentran reflexiones entorno a la influencia de los estados emocionales sobre la salud. Ha sido en este siglo cuando se ha comprobado de forma experimental y el reconocimiento de esta influencia ha constituido uno de los pilares principales en el que se sustenta la Psicología de la Salud.

El tratamiento psicológico de los pacientes en los hospitales no sólo supone un beneficio humano sino también un beneficio económico, suele reducir su estancia hospitalaria. Si consideramos el alto coste de un día en el hospital,  el ahorro es muy importante, además que podría así contribuir a solucionar el problema de las largas listas de espera que sufren las personas en nuestro país para ser intervenidas de una cirugía.

Cada día son más numerosos los estudios que muestran que el estado emocional prequirúrgico de la persona que tiene que intervenirse de cirugía, en especial la ansiedad, incide en la recuperación postquirúrgica.

La relación se encuentra en que cuanto más ansiedad experimenta el paciente antes de la operación, más larga y difícil suele ser la convalescencia, influenciando la aparición de complicaciones en el proceso que podrían ser evitables si se hubiese tratado dicha ansiedad con antelación a la operación.

El momento en el que la persona experimenta más ansiedad es justo antes de la cirugía; esto es, mientras se encuentra esperando para ser intervenida y se debe al miedo a las circunstancias que rodean la intervención, como miedo al dolor, a lo desconocido, a la dependencia de factores y personas ajenas, a cambios corporales (mutilación), a la posibilidad de morir y principalmente a la anestesia. Para enfrentar esto, la persona moviliza sus recursos emocionales y puede adaptarse a los requerimientos del proceso preoperatorio en el que se encuentran, sin embargo, este proceso de adaptación que suele atender la enfermera prequirúrgica en la fase preoperatoria y quirúrgica en la fase intraoperatoria, mientras la acompaña en el proceso, no siempre es exitoso. Es necesario la actuación de un profesional especializado que con su actuación contribuya en un mayor control del nivel de ansiedad preoperatoria, favoreciendo disminuir la incidencia de inestabilidad cardiovascular y arritmias cardíacas durante la anestesia y la cirugía, además de contribuir en una recuperación más rápida en el postoperatorio al reducir, los trastornos del comportamiento que se observan en algunos pacientes (ancianos y niños) y que se manifiestan en forma de desorientación, agresividad, requerimientos excesivos de analgesia...

También la ansiedad preoperatoria está asociada a mayor frecuencia de accidentes anestésicos, mayor vulnerabilidad a las infecciones, mayor estancia hospitalaria y mayores niveles de dolor en el postoperatorio. Teniendo en cuenta que la tendencia cada vez más es la de volver el mismo día a casa tras ser intervenido, la adaptación eficiente del proceso en lo que respecta la gestión emocional, debería ser ejercida por el profesional adecuado, en este caso el Psicólogo.

Preguntas clave:

• ¿Se está actuando a este nivel en la actualidad?.
• ¿Qué profesional es actor en la preparación psicológica de la persona que vive el proceso quirúrgico?.
• ¿Cuales son los recursos que dispone el Sistema de Salud Nacional para atender esta necesidad sanitaria y cómo los gestiona en servicio de la sociedad?.

Personalmente me cuestiono...

• Qué pasaría si en la preparación a una intervención, en lugar de invertir en la indicación de fármacos ansiolíticos sistemáticamente por los anestesistas, de forma que la ansiedad se trata por igual en tod@s l@s pacientes, lo hiciéramos mediante una actividad más personalizada y humanizadora (en mi opinión) porque respetaría así la identidad y necesidades particulares de cada persona.
• ¿Cómo influiría en los cuidados quirúrgicos del proceso la actividad del psicólogo dentro del sistema que se lleva a cabo para preparar a un paciente en una intervención quirúrgica?.

El 5 de Agosto publicaba el diario.es de Andalucía una noticia de la que queremos hacer eco: Los hospitales públicos españoles tienen menos de 5 psicólogos por cada 100.000 habitantes.

La media europea está en 18, y en los países nórdicos están en 70 psicólogos por cada 100.000 habitantes.

Se necesitan más psicólogos clínicos, y desde Facilitación Sanitaria afirmamos que en el área quirúrgica hacen mucha falta, pues el tratamiento emocional para afrontar una operación ha estado siempre desplazado al tratamiento biológico que se pretende con la cirugía. 

Se ha lanzado una campaña de recogida de firmas a través de change.org para visibilizar el problema a través de las redes sociales y buscando soluciones políticas para el aumento de las plazas PIR.

Raquel Pérez, impulsora de la plataforma "Psicólogos por el aumento de plazas PIR" denuncia que "a raíz de la crisis, la plazas no han aumentado nada, pero los problemas de salud mental se han disparado". Los futuros PIR quieren que se convoquen más plazas, pues el pasado Enero se presentaron más de 4000 personas para 127 puestos. Esto representa más de 32 aspirantes por cada plaza, el ratio histórico máximo, por eso la comisión nacional de especialidades reclama 163 plazas para este año. Hasta septiembre no se tomará una decisión.

Desde Facilitación Sanitaria, convencid@s de la necesidad de psicólogos clínicos en una de las zonas más vulnerables emocionalmente del hospital, el Área Quirúrgica, os animamos a que actuéis porque junt@s sumamos más y participéis en la campaña de recogida de firmas.

El sueño de ver como más psicólogos son actores en el proceso quirúrgico, junto al resto de equipo interdisciplinar, para la preparación del paciente, puede convertirse en objetivo en cuanto, con la fecha ya definida, contribuyas con tu firma. Porque con ello, podemos contribuir a que una operación quirúrgica empiece a verse por la sociedad como una experiencia positiva, donde poco se sufre y mucho se aprende mientras se vive la historia personal de cada uno.

¡Menos ansiolíticos profilácticos y más atención personalizada y humana en la fase prequirúrgica!.

Junt@s sumamos! Junt@s podemos construir una sanidad más digna y humanizada.

Raquel