¿ Para qué humanizar los servicios de salud?
Una de mis inquietudes desde que me inicié en el mundo del Servicio de personas para personas ha sido el de humanizar los cuidados.
Desde que finalicé la carrera, he tenido la oportunidad de encontrarme en escenarios como los que vas a ver en el siguiente vídeo, que me han llevado a concienciarme y pretender valorar más quién soy para ofrecer un servicio humano y de mayor calidad en mi praxis. Algo parecido a lo que el Dr. Pach Adams vive en la siguiente escena.
Ser humano, en un entorno medicalizado, parece que te invita a ser persona pero estar excluid@ del conjunto de personas que visten de blanco. Puede verse como que eres diferente al resto de profesionales, como que estás fuera de contexto, y en definitiva, puedes incluso sentirte extrañ@ cuando te enfocas con prioridad en la persona para después trabajar mejor sobre la enfermedad.
Quiero retomar hoy con este artículo el significado de humanizar los servicio sanitarios.
Para ello comentaremos primero los signos de deshumanización del entorno hospitalario a los que yo me he encontrado y después qué significado tiene el concepto de humanizar los servicios sanitarios para mi, para finalmente reflexionar sobre cuánto de humano somos en la atención hospitalaria.
Signos de deshumanización del entorno hospitalario.
Aquí os nombro aquellos signos que bajo mi perspectiva, hacen que la atención hospitalaria esté más cerca de una realidad deshumanizada a la humanizada.
- Enfoque biológico y poco holístico: generalmente vemos el órgano enfermo pero no la globalidad de la persona. Nos enfocamos en la enfermedad pero no se relaciona a la persona enferma teniendo en cuenta todas y cada una de sus dimensiones, que no sólo es la biológica.
- Individualismo de la profesión: cuando en lugar de centrarnos en evitar la fragmentación de los cuidados mediante un espíritu de colaboración multidisciplinar, nos enfocamos por cuenta propia cada uno de los profesionales que intervenimos en el proceso de curación del paciente.
- Competición: quizás entre profesionales existe aún el competir ( competición curar-cuidar del médico-enfermera) más que el intento de unir los esfuerzos para el bien del enfermo. El profesional en cuestión vive el rol de forma funcional, más que para las personas y se necesita crear un mundo donde los enfermos se sientan acogidos de manera más humana como para que esa función dé buenos resultados.
- La tecnología: suple funciones humanas que interfieren en el trato y relación con el paciente.
- El complejo mundo sanitario: personas con conocimiento que se creen por encima de otros por su nivel académico y llegan a tratar a los demás como si ellos fueran más que los otros. Además, el paciente tiene que lidiar con trámites administrativos y procesos internos que genera la propia organización de la que debe adaptarse y conocer en tiempo récord.
- Superespecialización en la enfermedad y no en el trato: los servicios de salud están más orientados para tratar la enfermedad y se olvida del complejo ser humano que la padece. Importa la enfermedad y no tanto la persona que la sufre, ni su sufrimiento.
- Carga laboral: frecuentemente el profesional sanitario abandona su práctica de calidad para atender una carga laboral administrativa que les aleja de su verdadera esencia en el cuidado. Centrarse en los informes y gestiones burocráticas mayor tiempo que en la persona provoca que exista una ausencia de calor, afecto y empatía en la relación humana y hará que sea más distante y con la menor implicación humana posible.
- La falta de autonomía y la importancia del enfermo como persona: en su mayoría, las decisiones son tomadas por los profesionales. En la práctica, el paciente y su familia son irrelevantes en los planes de cuidados y decisiones en el tratamiento.
En conclusión, la deshumanización la encontramos en cuanto existe una falta de atención a las manifestaciones que más preocupan a los enfermos. El lenguaje poco claro, la privatización de la intimidad y de la libertad del enfermo, la incomunicación y el silencio, pues, agravan la situación ya crítica del paciente.
Me atrevo a decir que uno de los motivos por el que hemos perdido la humanización de la medicina y los cuidados es porque se trata al paciente no como una persona sino como un cliente, un consumidor. Desde este enfoque es fácil perder el toque humano en nuestros corazones.
Humanizar los servicios sanitarios
¿ Qué es humanización?
Humanizar significa "ser humano". Es una cuestión ética que tiene que ver con los valores, con la búsqueda del bien de las personas que te encuentras y de ti mism@ ( el bien del otr@ pero también mi propio bien).
Consiste en utilizar la técnica para luchar contra las adversidades de la vida, impregnándola de los valores y actitudes genuinamente humanas, de acuerdo con la dignidad humana, la seguridad, la empatía, la confianza, el respeto y la tolerancia. Trata de hacer a alguien o a algo humano, familiar y afable...ablandarse, desenojarse. En definitiva "ponerse los zapatos del otro teniendo en cuenta quién es primero y qué le pasa después, para averiguar la causa y su opción de tratamiento".
Entendemos por humanización de los servicios, el considerar al ser humano en sentido global, holístico, es decir en su dimensión no sólo física, sino también emocional, relacional, espiritual, social e intelectual. Supone una actitud de servicio hacia afuera y hacia adentro de las organizaciones. Requiere sensibilizar el entorno y crear un clima acorde con las necesidades del paciente para que se sienta acogido. Pasa por humanizar las estructuras como los hospitales, las salas de espera, los quirófanos...
Es necesario atender la fragilidad del enfermo como puede ser por ejemplo la atención del dolor desde la faceta del conocimiento pero también desde su sensibilidad. Desde mi punto de vista, se requiere enseñar al paciente, en el momento adecuado, a cuantificar el dolor agudo y a que aprenda a manifestarlo de manera que pueda ser objetivado mediante escalas de dolor como por ejemplo el EVA para tratarlo después de forma más efectiva. Pero también es necesario que los profesionales de la salud facilitemos y acompañemos que dicha sensibilidad que también existe en el dolor se acepte por ambas partes; paciente y profesional, ya que es parte de la experiencia humana hospitalaria.
Y por último, pero no por ello menos importante, para humanizar los servicios sanitarios es también condición, humanizar los profesionales de la salud. Y ello pasa por tener en cuenta que la actividad del profesional sanitario delante de un paciente no solo debe ser una competencia médica o de cuidados desde un enfoque enfermera, sino que también debe existir una competencia relacional, para que el profesional sepa cómo manejar y acompañar a los sentimientos y emociones del paciente. Es decir, se requiere de una competencia emocional para conocer los principios y valores del paciente sin juzgarlos y facilitarle esa ayuda no solo exterior sino también interior que acompaña a un proceso de enfermedad. El paciente busca ayuda exterior pero también interior, espiritual y sin necesidad de creer en ninguna religión o practicarla. Tiene a demás el sentido de pertenencia de la comunidad, lo cual debe ser respetado.
¿ Cuánto de humano eres con la atención a los pacientes?
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"Más corazón en tus manos" |
Si te pones la mano en el corazón y te preguntas: cuántas bendiciones de los pacientes a los que atiendes recibes diariamente y cuántas son las maldiciones de los paciente o familiares que tratas, puede que encuentres, si eres realmente honest@, con un buen indicador.
Creo que lo mejor que podemos hacer es desmitificar, desmedicalizar el conocimiento científico para poder más bien empoderar a los pacientes. Empoderarlos sobre el conocimiento de su propia salud a la vez que debemos seguir trabajando en procesos articulados y centrados en los usuarios. El profesional tiene que tener la capacidad de identificar esas necesidades que serán diferentes según cada persona y pasa por tomar consciencia de que quien enferma es un ser humano y que la enfermedad afecta a toda la persona y a su familia. El profesional debe tener presente que la salud es también una experiencia biográfica que tiene que ver con nuestro mundo emocional y de valores, por eso humanizar la salud implica tambien sanar los sentimientos de rencor que habitan en algunas personas cuando llegan al servicio de salud, todas cargadas de negatividad por malas experiencias previas. Como profesional debemos identificar esto y saber hacerlo consciente como para facilitar que se modifique en favor del usuario.
Hoy se habla de medicina basada en la evidencia científica. Pues bien, reclamamos también la necesidad de hablar de "medicina basada en el amor".Y una disciplina que favorece esto es el Coaching; humanizar mediante el coaching.
Hasta pronto!
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