Cuidados quirúrgicos invisibles que hay que visibilizar porque tienen valor por sí mismos
Hola a tod@s mis querid@s amig@s!
Durante esta primera semana de mi vuelta a la asistencia quirúrgica intraoperatoria, he tenido la oportunidad de aplicar lo esencial y no visible de los cuidados que realizo, en aquellas personas que recibí a puertas del quirófano de lunes a viernes. Personas con cuerpo, mente y espíritu (modelo biopsicosocial y espiritual) de edades comprendidas entre los 3 meses y los 70 años de edad.
Cada un@ de ell@s ha estado en conexión con quién soy como persona primero y como profesional después. Se han comunicado conmigo y yo con ell@s no sólo por medio de mi conocimiento técnico sino también con los pequeños gestos y cuidados que realizo y que para much@s de ésta, nuestra enfermería y nuestra medicina tienen olvidados.
Os presento los pequeños gestos que son importantes en nuestra vida, pues ¿cómo no lo van a ser también en el mundo sanitario cuando una persona se siente más vulnerable? Pequeños gestos como mirar a los ojos mientras me presento ayudan a curar y la ciencia nos lo está diciendo así. Quizás digas, pero si eso ya lo hacemos!. Entonces te propongo que hagas un parón a tu inercia y reflexiones, porque cuando lo haces, te das cuenta de que en realidad no lo estábamos haciendo o lo hemos dejado de hacer.
Cuidados invisibles con valor terapéutico añadido en el proceso quirúrgico:
- Mirar a los ojos mientras me presento.
- Mantener una sonrisa en mi rostro de alegría, de optimismo.
- Hacer la pregunta reflexiva y abierta que dé paso a la persona a manifestar su miedo, su ansiedad al acto quirúrgico.
- Escucharle activamente, sentada a su lado.
- Sentir con el tacto el cuerpo de la persona con un apretón de manos o mejor aún con un abrazo y dos besos.
Contribuir así en crear un círculo de confianza y seguridad entre l@s dos.
- Respirar profundamente y observar qué respiración tiene la persona, permitiendo que pase el tiempo necesario para que se sincronicen (tiempo estimado menos de medio minuto). Estar presentes, amb@s.
- Entonces, es momento de informar qué y quiénes va a encontrar en quirófano.
Presento con nombres a cada uno de los profesionales que participamos en la práctica quirúrgica, sus funciones, el ambiente o contexto frío y estéril que podemos convertir en acogedor y cálido por tod@s, simplemente decidiéndolo, especialmente por el mismo paciente, pues le empoderizo en cuanto es el protagonista de todo el equipo.
- Le animo a visualizar cómo le gustaría que fuera el ambiente dentro de quirófano. Si me dice no lo sé le explico que es un Fórmula Uno, última generación, que se encuentra en una carrera, El Gran Premio de Fórmula Uno, y que ahora toca ir a Boxes.Qué él o ella es el piloto del coche, lo dirige, lo pilota y es dueño del mismo y que cada uno de nosotr@s somos parte del Team y sabemos la actividad que debemos realizar en cada momento para que el "arreglo" en boxes sea excelente y se dé en el menor tiempo posible con inigualables resultados.
- Le explico que una práctica que puede realizar para ejercer su rol es poner atención a su respiración mientras el resto del equipo realizamos nuestras tareas.Que mantenga una respiración lenta y profunda y se centre en visualizar como entra el aire por su nariz y lo expulsa después.
Y ahora te sugiero que mires el siguiente vídeo y continúes leyendo después.
Estudios dicen que mirar a los ojos interrumpidamente durante 4 minutos incrementa la intimidad, la confianza.
"¿ Qué pasaría si cada uno de nosotr@s como profesionales tuviéramos presente este efecto cuando nos proponemos mirar a los ojos de la persona que atendemos?."
Este es el post que publiqué en mi perfil de Facebook y que tuvo muy buena acogida por varios grupos del campo sanitario en los que participo. Hubieron comentarios varios, como el de Elisabeth Ballesteros:
" No creo que fuera capaz de pasar más de un minuto haciéndolo... enseguida vienen a mi mente pensamientos que me hacen ser consciente de mis defectos y de la vergüenza que siento cuando me miran".
O como el comentario de otro integrante del grupo que compartió lo siguiente:
" Tal y como están las cosas cualquiera gasta 4 minutos por paciente... Tendrías que echar horas extra".
Lo que cuenta Elisabeth puede que le ocurra a más de un@. La buena noticia es que ser consciente de ello es la manera de conocerse, saber quién eres para poder tratar a otra persona desde la persona que eres y no sólo desde los conocimientos que tienes. En realidad, aunque a primeras parezca lo contrario, es muy gratificante y puede dar el sentido por el que escogimos ser profesional de la salud.
Lo mejor de la noticia es que esto se aprende. De la misma manera que fuimos capaces de aprender toda una serie de conceptos teóricos, muchos de ellos abstractos hasta que no los llevamos a la práctica en la carrera profesional, somos capaces también de realizar un aprendizaje introspectivo que nos muestre quienes somos para ser desde nuestra autenticidad y ejercer nuestra profesión desde aquí.
Te animo a que sepas quién eres! En este proyecto te facilitamos uno de los muchos caminos que existen para ello.
Y bueno, con respecto lo del tiempo, parece ser un enemigo en nuestra asistencia, pero en realidad os aseguro que cuando centras tu atención en hacer los pequeños gestos humanos, entre otras actividades porque quieres y no porque tienes que hacerlo, el tiempo deja de existir...
Yo personalmente, lo que hago, es mirar a los ojos sin necesidad de prestar atención a esos 4 minutos que la ciencia dice y ocurren también cosas, beneficiosas para tod@s; para el profesional y para el enfermo puesto que no existen roles pasivos y el aprendizaje es mutuo.
En fin, a veces lo esencial no se ve pero sigue estando, aunque no se vea. Simplemente requiere que aceptemos nuestra responsabilidad para hacer que esté presente en nuestro día a día.
Desde aquí os animo a que lo probéis y nos contéis vuestras experiencias.
Un fuerte abrazo a tod@s!
Esta actitud debería ser la habitual...¡Gracias por hacernos reflexionar sobre ello!
ResponderEliminar¡ gracias !
ResponderEliminarDra. Herraiz, llega el día que no sólo reflexionamos sino que tomamos decisiones y actuamos. Os animo a que junt@s hagamos de lo esencial e invisible una realidad habitual. Saludos!
ResponderEliminarGracias a tí, Rosmar por pasarte por aquí y leerme. Saludos!
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