Pocas veces se habla de la luz que ilumina un quirófano y es de una brutal importancia a la hora de estar y actuar en él.
La lámpara de un quirófano pone su foco en el punto de mira del cuerpo de la persona que actúa como paciente en ese escenario.
Una persona estirada en una mesa con su cuerpo desnudo y despojado de ropa visible, pero que sigue vestido de emociones intangibles para el ojo humano y sí percibidas por la sensibilidad humana.
Sí, es de gran importancia para una cirugía observar el tejido del paciente por el que los dedos y los instrumentos en las manos del cirujano o cirujana trabajan.
Ilumina también la extensión de todo ese campo al que llamamos estéril donde el resto del equipo necesitamos estar. Un estar que atraviesa con nuestra presencia la vulnerabilidad del paciente.
Este acto lo deberíamos hacer con total claridad para acompañar en el arte de operar. Porque la persona que se expone bajo los focos de una lámpara en quirófano tiene miedo, incertidumbre, desconfianza y un largo etc...
Transgredimos así un espacio íntimo de la persona, poniendo toda nuestra atención en ella. Una atención que debería ser completa: la tangible y la que no se ve con los ojos del ser humano.
El pasado sábado me llegó un regalo. De esos que llegan al corazón para quedarse.
Me enteré de la actividad enfermera humanizada que estaba desempeñando una persona a la que al parecer toqué su corazón y consciencia en una de mis intervenciones públicas.
Me agradecía por las redes sociales el "abrirnos los ojos a todos los que estábamos en aquella sala y en todas las salas donde hablas de humanización. Gracias por crear escuela en la humanización de los quirófanos".
Me hace feliz conocer que el trabajo que realizo día tras días en la Liga Transformadora de la que habla muy bien mi querido Xavier Hernandez, tiene estos regalos que te llenan de gran satisfacción.
Tod@s hacemos escuela en cuanto siendo humanos comportándonos como humanos de corazón, en medios tan técnicos, damos ejemplo a otros.
Es por ello que quiero presentaros a nuestro compañero enfermero humanizador del bloque quirúrgico del Hospital de Can Misses en Ibiza, que sigue comprometido con la "H" de HUMANIZACIÓN de los QUIRÓFANOS.
En primer lugar, mi nombre es Moisés Román, un ibicenco de 28 años de los cuales los últimos 9 años los he dedicado al mundo sanitario, concretamente en el área quirúrgica del Hospital Can Misses en Ibiza como técnico en cuidados auxiliares de enfermería. En la actualidad cursando cuarto año del grado de enfermería en la Universidad de las Islas Baleares (UIB).
El pasado 6 de mayo del 2016, en la sede de Ibiza de la UIB, se organizaba la I Jornada sobre humanizar la atención sanitaria, organizada por la Unidad de Seguridad del Paciente (USP) del hospital ibicenco. En estas jornadas los presentes tuvimos el placer de conocer a José Carlos Igeño (@humanizalauci), Raquel Franco (@rfrancofacilita) y por último Carlos Hernández (@dosabrazos), tres ponencias que dejaron huella a los asistentes. Sin embargo Raquel Franco, fue mi favorita ya que ambos trabajamos en bloques quirúrgicos.
Cuando presentaron a Raquel, en esos momentos no se encontraba en la sala, segundos después, se abre la puerta y aparece con vestimenta quirúrgica, bata verde, gorro, mascarilla puesta y guantes, inesperado para todos los presentes y porque no decirlo, sembró la incertidumbre.
La apertura a su ponencia la realiza haciendo una pregunta al publico: ¿qué impresión causo?, algunos de los presentes comentaron en voz alta, miedo, impresión, respeto, etc. Es ahí cuando realmente comienza su ponencia sobre la humanización de los cuidados en quirófano con el lema “ ¿Para que puertas abiertas en quirófano?”, en ese momento realizamos cruce de miradas con algunos compañeros de la unidad quirúrgica con cara de incertidumbre.
En aquella ponencia, consiguió conquistarme.
Nos dio una lección que para mí y hasta el día de hoy, me hace ir al trabajo con otra cara, miro mi alrededor de una forma diferente, porque gracias a ella, descubrí que se puede ser más humano tras una mascarilla y eso es lo que realmente nos hace no sólo más profesionales, sino ante todo personas.
Me considero una persona que lucha por cumplir sus objetivos y en estos momentos, a parte de querer finalizar el grado, me gustaría seguir aprendiendo sobre la humanización y la seguridad del paciente.
En cuanto a la humanización de los cuidados en los quirófanos es algo que aún hace falta mucho trabajo por hacer. Soy consciente que en ocasiones a causa de la presión y la carga del trabajo hace que el trato al paciente no sea el que deseamos dar, al igual que la seguridad del paciente sea en ocasiones deficiente.
Me he puesto en manos de mis compañeros para realizarme una pequeña cirugía. Yo, que conozco el servicio, conozco los ruidos y sobre todo el personal y aún así te sientes vulnerable, por lo que me imagino el cúmulo de sensaciones que sienten los pacientes que a diario pasan por quirófano. Ésta es la razón por lo que cada día lucho por ser más humano en mi trabajo y por lo que me involucro en ello.
En la actualidad soy un fanático de Raquel Franco, desde mi punto de vista una de las enfermeras pioneras en al humanización de los cuidados en los quirófanos, así mismo su página Facilitación Sanitaria, así como su cuenta de twitter , hacen que cada día aprenda más, me enseña constantemente que la humanización de los cuidados es tan importante para el paciente como la cirugía que tiene prevista realizarse.
Puedes leer más sobre el trabajo de Raquel Franco y la humanización del área quirúrgica en El Emocional Magazine
Es por ello que me encantaría que la visión de Facilitación Sanitaria estuviera extendida a todos los quirófanos del mundo. Creo que es algo imprescindible donde ahora mismo existe poca cultura en el ámbito quirúrgico, pero gracias a profesionales como Raquel que continuamente muestran en diferentes post como podemos ser más humanos, herramientas que para aquellos que estamos empezando a tener cultura de humanización son de gran valor y donde podemos aprender. Y ya no sólo aprender, si no involucrar cada día a más profesionales, porque si algo he aprendido es que juntos SI se puede.
No hay que olvidarse que para los que trabajamos en el área quirúrgica, estamos acostumbrados a dichos espacios, ya que pasamos muchas horas en ellos y por el contrario nuestros pacientes no. Ellos acuden a un lugar frío, con desconocidos, que además van enmascarados, una inmensidad de aparataje y ruidos que no saben de donde provienen. La gran mayoría de ellos entran sin saber exactamente como será su paso por el quirófano, para qué son esos cables o simplemente quién es esa persona que se acerca a ellos para ponerle “esa cosa que aprieta” (manguito de la tensión arterial)...
Son sensaciones que quizás para nosotros, los profesionales, son normales, o quizás rutinarios. Pero nos olvidamos de las emociones, del miedo y a veces incluso de que es una persona con la que tratamos.
Hay que tomar conciencia de que se trata de una persona que tiene sentimientos y sobre todo, en momentos como son la entrada a un quirófano, tiene miedo, mucho miedo y no podemos hacer como si nada. Es ahí donde debe continuar nuestros cuidados, esos cuidados centrados en el área emocional, los cuales creo que aún tenemos mucho trabajo que hacer en este ámbito, empezando por presentarnos y dejar claro que estamos a su lado y velamos por su bienestar.
Una experiencia humanizada...
Una anécdota de hace unos días atrás, una pequeña de 6 años que acude al área quirúrgica para someterse a una cirugía. A su llegada no dejaba que ninguno de los presentes nos acercáramos a ella, sólo quería estar aferrada a su madre.
Tras un intento de acercamiento sin éxito, le ofrecemos un osito que tenemos para tranquilizar un poco a los más pequeños, en ese momento la situación cambia, a tal punto que el osito acaba con una mascarilla y un gorro quirúrgico puesto, para así hacer ver a esa pequeña que no pasaba nada y poder tranquilizarla.
Pasamos de las lagrimas a las risas y en el momento de la entrada a quirófano la pequeña le dijo a una de mis compañeras: “no te vayas, confío en ti” .
Son esos momentos en lo que recuerdas las palabras de Raquel en aquella ponencia, te sientes orgulloso de saber que estas aprendiendo a manejar situaciones donde el área emocional juega el más importante papel, simplemente hay que dedicar un poco de tiempo y utilizar la imaginación.
Quizás la solución más fácil hubiera sido ponerle Midazolam, pero en momentos como estos, me siento orgulloso de que poco a poco las cosas van cambiando y la humanización empieza a tener un peso importante en la sanidad. Este aspecto interviene sobre la motivación y satisfacción del personal dentro del sistema sanitario que no tiene el mismo efecto la administración de un ansiolítico al paciente.
En algunos hospitales de España sé que existe una Enfermera Pre-quirúrgica, un papel que en mi hospital por el momento no existe.
Esta figura, es necesaria para el trato al paciente, para dar información que quizás le falte, para explicarle todo lo que va a pasar una vez que baje a quirófano, como será recibido, y los procedimientos que se le realizarán antes de empezar la intervención quirúrgica, en definitiva, disminuir el nivel de ansiedad y miedo.
Por anécdotas como la descrita anteriormente, creo que es imprescindible que la "H"de Humanizar los cuidados en los quirófanos se contagie a nivel mundial y creo que todos tenemos un papel importante para conseguirlo.
Para empezar creo que se debería crear escuela de humanización, es decir, tener un referente para poder seguir aprendiendo y poder compartir herramientas; en mi caso Raquel Franco, una pionera sin duda, a través de plataformas como su cuenta en twitter (@rfrancofacilita), su pagina de Facebook (Facilitación Sanitaria), con sus ponencias y conferencia consigue que cada día seamos más los que nos involucremos con el corazón para crear esa H de Humanización dentro de un Quirófano.
Por otro lado la humanización de los cuidados debe tener un papel importante en las universidades, para empezar desde la base que ante todo somos humanos y los beneficios que trae con ello la humanización de los cuidados.
Por último en nuestra practica diaria involucrar cada vez más a los compañeros y haciendo que el trato al paciente entre dentro de nuestro papel como profesionales, exigiendo que se disponga de tiempo para ello, introduciéndolo como tiempos quirúrgicos, ya que suele ser la falta de tiempo lo que en ocasiones nos olvidamos de atender a nuestros pacientes como se debería.
Gracias a la tecnología podemos compartir nuestras experiencias, como es el caso de la pagina Facilitadora Sanitaria, donde cada día se van colgando post e información para que poco a poco aprendamos juntos y podamos luchar por un objetivo, que es la H de humanización de los cuidados en quirófanos.
Creo que es una oportunidad de poder compartir momentos y experiencias, y sobre todo crear escuela y que cada día tengamos presente esa H que tanto ayuda a nuestros pacientes y a nosotros mismos.
Es por ello que os animo a compartir vuestras experiencias y porque no, poder crear debates o incluso ayudarnos entre todos en algunas situaciones, donde no hemos sabido mantener la situación.
Recordar, juntos Sí se puede, H-humaniza.
Para finalizar, aquí os dejo mi cuenta de Twitter (@sln_norte), donde suelo compartir momentos dentro del área quirúrgica.
Moisés Román.
Muchísimas gracias Moisés por aportarnos a tod@s tu experiencia y sabiduría en saber ser y estar dentro de un quirófano no olvidando la persona que eres y las personas con las que tratas con "H".
Quiero, por último, hacer especial mención al valor de la unión humana para llevar a cabo una meta. Un valor humano que ha demostrado muy bien la USP a la que, desde aquí, queremos felicitar por su reciente Premio Ramón Llull.
Saltamos de alegría!!!
Me ha llegado esta entrevista por facebook ,es una de las pocas veces que me he leido con intensidad y curiosidad y alegria esta buena noticia , me parece muy importante la HUMANIZACIÓN no solo del area quirurjica sino pre quirurjico .Hablo como paciente que he pasado varias veces por quirófano en ibiza en palma y peninsula , mi experiencia por lo general salvo algunos casos ha sido positiva aunque a veces eche de menos un gesto amable para tranquilizarme por el miedo a lo desconocido al ir y venir de los enfermeros sin que se fijaran que estas ahi esperando en la antesala sin darse cuenta a veces que estas escuchando las conversaciones entre ellos , he de dar gracias a esa sonrisa de enfermeros y a mëdicos que si se acercaron momentos antes de operarme a decirme todo va a ir bien se agradece ese acercamiento ,gracias a eso mismo a la humanidad con que me trataron tanto médicos como enfermeras fue muy positivo para mi para mi evolución y sanación ,el estado mental del paciente la cercania del personal sanitario la confianza ya que pones tu vida en sus manos es esencial, la experiencia negativa que en un momento de mi vida tuve con algun profesional en concreto no quiero ni recordarla ,gracias a que otros profesionales mas humanizados supieron ayudarme lo pude olvidar ,desde aqui os muestro mi total apoyo a esta iniciativa un gran abrazo para MOISES por compartir su experiencia y haciendola llegar y a RAQUEL Por facilitar de manera tan profesional este camino del cambio que todos, pacientes y sanitarios estamos reclamando desde hace mucho, muchas gracias Lucia Rodriguez
ResponderEliminarMuchísimas gracias Lucia por tu comentario. Estamos encantados de que participes de la iniciativa y aportes tu experiencia como paciente. Una abrazo 🙌🏻❤
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